26 oct 2011

Borges


 “No sé por qué me valoran. Lo único que yo hago es ver asombro donde los demás ven costumbre”

.

23 oct 2011

Albert Bandura


Uno de los conceptos más interesantes expuestos por Albert Bandura es el de aprendizaje activo (aquellos conocimientos que se adquieren al hacer las cosas), el cual contrasta con el de aprendizaje vicario, que es aprender observando a los otros. Por el solo hecho de ver lo que otros hacen y las consecuencias que tienen por su comportamiento, se aprende a repetir o evitar esa conducta. Lo que propone es que no todo el aprendizaje se logra experimentando personalmente las acciones.
Bandura también dice que al ver las consecuencias positivas o negativas de las acciones de otras personas, las llevamos como si fueran nuestra propia experiencia en otras circunstancias.
Son muchos los ejemplos de cómo los niños observan e imitan a sus padres y aprenden de lo que les sucede a sus hermanos, cuando éstos son regañados o premiados, y entonces rigen su actuación con base en sus observaciones. Así se aprenden los valores y las normas sociales —que son adecuadas o no según cada cultura-, cómo manejar los impulsos agresivos, cómo prestar y compartir las cosas, por mencionar sólo unos ejemplos. Estos procesos se dan toda la vida.
De lo que se pude llegar a desprender, que al hacer lo que hacen otros también perdes la individualidad y la creatividad propia.



acá les dejo un video sobre el tema




Y sin desviarnos del tema pero aportando desde otro lado esto mi hizo acordar a una anécdota que contaba un periodista que lo había entrevistado a Jorge Luis Borges en varios oportunidades y contaba lo sucedido cuando recibió el Premio Cervantes en 1979. 


"...En la capital española recuerdo que en la cena de gala, los mozos le preguntaron a María Kodama cuál era la comida preferida del premiado. “A mí me gusta la comida seca, no mojada”, repetía él. Por eso comía todos los días arroz. Entonces María pidió una paella. Así fue como llegados los postres, una periodista de la Televisión Española se le acercó a Borges y le pidió una sola respuesta: “¿Qué le pareció la paella, señor Borges?”. Y el galardonado contestó: “Me parece que está bien porque cada arroz ha mantenido su individualidad”.  "





13 oct 2011


17/08/06

Hola, como estas? Te escribo para contarte como me fue en las vacaciones. Bueno, en realidad vacaciones es una manera de llamar mi estadía en otro lugar, en otro país tan cerca de acá que creo recordarlo. Siempre tuve el error de prejuzgar, y sobre todo con cuestiones relacionadas a las diferentes regiones. Sabrás o mejor dicho recordarás lo intolerante que fui siempre, y por lo tanto imaginarás que esto ha ido en aumento con el pasar del tiempo. Haciendo esta salvedad y para ir al grano y no dar tanta vuelta con datos que no aclaran ni ayudan a comprender el marco de la situación, avancemos. La verdad fue que lo pase mejor de lo que pensaba, no por la cantidad de prostitutas con las que estuve ni siquiera por la calidad de los estupefacientes de todo tipo que consumí, no por nada de eso, sino por la actitud fraternal de la gente, su visión de la vida, sus anhelos mas preciados y sus sueños intactos a pesar de vivir en constante desgracia. Ellos ríen, y otros (los menos) lloran, pero todos están unidos como cualquier pueblo debería estar. Y eso me hizo reflexionar, me hizo pensar cuanto tiempo había perdido pensando en conceptos errados.
Mi pensamiento fue tanto mas allá que la cosa no terminó bien, y te digo por que. En realidad no te digo porque, sino que me dieron la oportunidad, breve, muy breve de poder expresar solamente con un gastado lápiz y tres hojas de papel, lo que yo quisiese. Como te habrás dado cuenta las otras dos hojas las tuve que usar para otra cosa y solo me quedó esta para poder comunicarme, y decidí que esa persona fueses vos. No tengo un motivo en particular. Seguramente si me pusiese a recordar y a distorsionar la realidad y más aún el pasado, encontraría montones de razones, pero te imaginaras que no tuve el tiempo para poder pensar con la claridad que hubiese querido.
Bueno, la hoja se acaba, por fortuna para vos y por desgracia mía.
No creo que vuelva a tener la oportunidad de hacer esto nuevamente, por lo tanto, esta termina siendo mi obra, la que elegí yo para trascender en el mundo. No puedo decir que lo busqué, porque ni siquiera lo intenté, pero en algún momento, me di cuenta que quería que alguien se de cuenta que estuve acá, que no fui un mal sueño, o un dibujo no terminado. Existí, viví, reí.





11 oct 2011

Siguiendo con la tematica que se publico sobre la enajenación, acá les dejo es un aporte de una gran amiga que con gran sapiencia y sabiduría colabora en esta oportunidad; con anterioridad me había convidado de sus conocimientos sobre este tema en particular, y esta vez le pedí si podía repetir para compartir con todos ustedes. Acá les dejo estos escritos que tanto disfrute aquella vez y que espero sean disparadores como fueron y  continúan siéndolo para mi:

En el desarrollo de la mayor parte de las civilizaciones es evidente un conflicto interno que proviene del antagonismo entre vida y forma. El movimiento vital creador en una civilización tiende a expresarse en las leyes, en la tecnología, la ciencia, la religión y el arte. Aunque el propósito de estas expresiones sea el de complementar y proteger la vida que las engendró, revelan una tendencia inmanente a seguir una dirección y ritmo propios, independientes y separados de las energías vitales que les dieron origen.

La existencia del hombre como su preocupación por llegar a ser lo que es y de ser lo que deberá ser, hace que el hombre, para existir, debe lanzarse hacia su propio ser.

El hombre se siente condenado a ser libre, pero cuando trata de rehuir las decisiones a que se enfrenta, en realidad está tratando de escapar de sí mismo. Quiere escapar de los que no puede huir. Es tan profunda su angustia en que ya no está comprometido consigo mismo sino en que puede seguir las elecciones de “los otros”, de ese colectivo anónimo llamado “ellos”. Debe dejar de ser él mismo, debe enajenarse de su propio ser.

Está enajenado de sí mismo porque al huir de sí deja que su existencia se precipite en la inautenticidad de la mas anónima.
La enajenación surge cuando el hombre no se reconoce en los productos que él mismo crea y cuando estos productos o creaciones suyas lo doblegan y deshumanizan.
A Marx le preocupa liberar al hombre de un trabajo enajenado que destruye su individualidad transformándolo en una cosa o esclavo de un sistema o máquina.